Artículo de Diario EL MERCURIO del 20001204

Última actualización: 20001213.

Artículo de Diario EL MERCURIO (digital) del 20001204

Subiendo...

[FOTO DE JUGADORES DE RANGERS (COLOR)]
Rangers, el denominado ascensor del fútbol chileno, derrotó a Arica y subió a Primera División por sexta vez en un cuarto de siglo. Hasta pleno segundo tiempo, esa historia la escribía Talcahuano ante la U. de Concepción. Pero el tiro libre del talquino Sandoval y el empate del universitario Salcedo definieron la Primera B.

El arco norte

Hasta las ocho y cuarto de la tarde de ayer, Deportes Talcahuano igualaba al popular Fernández Vial '81-'82. El gol del chorero Miguel Pérez colocaba a los ex navalinos como el segundo equipo en la historia del balompié criollo en ascender en temporadas seguidas de tercera a segunda, y de la Primera B a la serie de honor.

El equipo de Víctor Manuel González le ganaba así, desde los 9' y hasta antes que oscureciera, a la Universidad de Concepción en Collao. Incluso tenía un jugador más en cancha porque en el primer tiempo, Alejandro Musa (quien se despidió del referato en la Octava Región), había expulsado al volante Cristian Peña.

Y subían, porque 250 kilómetros al norte, Rangers jugaba a ganar pero no tenía claridad alguna, aún después de que su rival Arica se quedó en inferioridad después que Franyo Flores pateara de manera descarada a Ramón Chóper Castillo - quien no pudo terminar el partido- y se fuera a las duchas minutos después por un manotazo, cortesía del juez penquista Patricio Polic.

Oscurecía en el sur, corrían 59' aparecían los fantasmas de 1995 en Talca, pero ahí se iluminó uno de los históricos, Jaime Sandoval. Un tiro libre desde 35 metros lo envalentonó. Su zapatazo despertó a los 14.168 espectadores pagados (había más de 16 mil) que repletaron el Fiscal junto al Piduco.

A esa misma hora, la ilusión chorera terminó de morir, con el tanto de Nelson Salcedo, que se comió Erwin Concha a los 57'. Se supo además que Rangers ganaba y los brazos se vinieron abajo. El equipo no jugó más y los ocho mil asistentes comenzaron a irse. Muy pocos vieron la curiosidad del partido: Musa le mostró la segunda amarilla al meta del campanil Cristián Traverso, pero este no se fue jamás a las duchas. Tampoco cobró un penal de Peña sobre Lagos que el juez de línea del sector había sentenciado. Muy pobre despedida.

Ya no importaba nada en Concepción, todo estaba en Talca. Ahí los de Juan Ubilla - la primera temporada del santiaguino en el profesionalismo- se destaparon y marcaron diferencia: a los 64', el paraguayo Julio Villalba cabeceó un tiro de esquina, la pelota da en un parante y nunca quedó claro si entró, pero el tanto fue validado. Luego, sobre la hora, Carlos Garrido repitió la gracia de la semana pasada ante Fernández Vial. Con certero tiro libre, marcó el tercero y cerró la hazaña.

El pitazo final dio rienda suelta a la celebración, vuelta olímpica incluida. Estaban de regreso en la categoría abandonada un año antes. Dos minutos después del final los jugadores sabrían que San Felipe igualó sobre la hora ante Antofagasta y les quitaba el sueño de un partido de definición. Pero no importaba: los 30 millones de premio eran más que buen consuelo.

Ha vuelto a subir el ascensor. Y en la Octava Región cundió la pena del hincha y la satisfacción dirigencial. Talcahuano había estado muy cerca - a media hora- de escribir su capítulo más grande.

Se lo dedico a Pedro Morales, indicó Juan Ubilla después de los festejos. Fue mi entrenador, aprendí mucho de él, y esto se lo entrego a él y a su familia. Debimos ser campeones, seguramente habríamos demostrado ante San Felipe que éramos mejor equipo. Si le empatamos en su casa y le ganamos acá, disparó el DT.

Ha sido mi primera temporada como director técnico y estoy contento porque sumé mi primer gran logro. Me he dado cuenta que no hay mucha diferencia en Chile entre los partidos amateur (dirigió a Constitución), de segunda y de primera, donde hay veces en que uno se podría quedar dormido, concluyó el capitalino.

El presidente de Rangers, José Abdala, también dijo lo suyo. Debimos ser campeones, ganarle a San Felipe. Ellos tuvieron la ventaja de jugar ante un Iquique lleno de juveniles, pero ya pasó. estoy feliz por nosotros.

Por Róbinson Suazo (desde Talca) y Héctor Alarcón
(desde Concepción).

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