Última actualización: 20010705
Diseño: Rodrigo "Alley'Gator" Hunrichse
Artículo de Diario EL MERCURIO (digital) del 20010504
Sección deportes
Once en busca del roce
Percy Werth ensayará sus bandejas en tabloncillos foráneos. Hace seis años que una selección chilena adulta de varones no contaba con una gira internacional dentro de su fase preparatoria.
El preseleccionado nacional de baloncesto comenzaba esta madrugada una gira por Panamá, República Dominicana, Cuba y Costa Rica, en la que disputará 13 encuentros preparatorios para el Sudamericano de Valdivia. El viaje supone un hito para el humilde básquetbol chileno.
Javier Piñeiro Dávila
Juan Morales debió haber respirado tranquilo durante esta madrugada, mientras tomaba el avión que dejaría hoy a la preselección nacional de baloncesto en el aeropuerto Tocumen de la Ciudad de Panamá, previo viaje a República Dominicana.
Cuando el reloj marcaba las 3:50, los once jugadores convocados, con el penquista como responsable técnico, iniciaron un viaje que puede resultar fundamental para sus pretensiones en el Sudamericano de Valdivia, que se efectuará entre el 19 y 29 de julio próximo.
Después de tantos conflictos, marcados por las renuncias de jugadores y la toma de control por parte de la Dimayor, Morales pudo salirse con la suya: medir fuera del país a su equipo contra rivales extranjeros.
El periplo, que se extenderá hasta el 22 de mayo, contempla 13 partidos (ver infografía) y promete constituirse en una estación decisiva del proceso de Morales, que tendrá como asesores a Marcos Guzmán (asistente) y Héctor Vera (preparador físico y estadístico).
"El básquetbol chileno tiene poco roce internacional. Está la Liga Sudamericana, que se disputa una vez al año y en la que los equipos nacionales quedan eliminados casi siempre en la primera ronda. Este viaje va a ser una experiencia muy importante para la gente joven, como Marco Cornez (alero), que va creciendo con mucha fuerza, y el mismo Percy Werth (base), que ya es casi una realidad", comenta el adiestrador.
Pero no todo es perfecto en la agenda del DT, quien no pudo incluir en la lista a elementos que, seguramente, serán piezas básicas en el plantel que actuará en el Coliseo Municipal de Valdivia.
Por inconvenientes físicos, no pudieron sumarse los internos Patricio Briones, Roland Fritsch y Jorge Valencia, como tampoco Rodrigo Zúñiga y el largamente inactivo Marcelo Ruiz.
"Me hubiese gustado contar con ellos, pero por razones obvias no será posible. De todas formas, servirá para acostumbrarse a un ritmo de juego más rápido y, algo que es muy importante, para habituarse a jugar más seguido", añade el coach.
Al cabo, aparte de Werth y Cornez, el plantel preseleccionado cuenta con los siguientes protagonistas: Rodrigo Espinoza, Galo Lara y Leonel Méndez, como armadores; Patricio Arroyo, Mike Elliott y Marcelo López, como aleros; y Víctor Zamora, Mack Hilton y Claus Prutzmann, pívots.
Ansiada unidad
Tanto Morales como Werth coinciden en que el viaje contribuirá a la formación de un grupo compacto, homogéneo. Y ello, en deportes de fuerte sentido colectivo, resulta prioritario.
"Aunque sea evidente que vamos sin los mejores pívots, y que jugaremos contra equipos con buena estatura, todos vamos a aprender", dice el adiestrador. "Viajaremos solos a países que no conocíamos. Vamos a estar todos unidos, en definitiva, lo que ayudará en la parte anímica y la solidaridad", agrega.
El base de la UC, por su parte, dice que jugarán contra rivales y selecciones reconocidos. "Son equipos veloces, explosivos, de mucho poder individual. Sabemos que no sacamos nada con jugar bien si no estamos unidos. Esta gira es la parte de nuestra preparación que más debiera servirnos. Hay que sacar el máximo provecho posible", sostiene Werth.
Los obstáculos
El básquetbol dominicano, frente al cual el criollo chocará primero, es de los más reputados de una región en que la disciplina es muy popular. Mauricio Báez (de Santo Domingo) y Los Cañeros (de La Romana), que intervienen en el Torneo Nacional de Baloncesto, son dos cuadros potentes, que suelen apelar al trabajo de uno contra uno para hacer daño.
La selección isleña - a modo de referencia, pues no figura en la parrilla de antagonistas- , tiene como principal figura a Luis Felipe López (Washington Wizards). Tercera en los últimos dos torneos Centrobasket y sexta en los Panamericanos, es fruto de una realidad superior a la chilena.
El combinado que sí estará es Cuba, sin duda la valla más alta de toda la gira. Campeón de las últimas tres ediciones del certamen que incorpora a los representativos de Centroamérica y el Caribe, debiera imponerse sin problemas en sus cuatro duelos frente a los chilenos.
La estada en Costa Rica podría ser mucho menos exigente. La selección "tica" finalizó última en el pasado Centrobasket - detrás de Belize, incluso- y el club Grecia no es de peso.
Panamá, en cambio, anuncia dos contrincantes de mayor relieve: Colosos de Tumba Muerto (que hace de local en el "Roberto Durán" de la capital istmeña) y Navieros de Colón (que, como su nombre indica, pertenece al calurosísimo puerto libre del Atlántico).
Hay un pero: ninguno de los dos equipos se encuentra en actividad, pues el Circuito Superior de Baloncesto, el equivalente a la Dimayor criolla, se inicia recién a mediados de este mes.
Con todo, el campeón y el finalista del octogonal panameño - la tierra de Rolando Blackman y Rubén Garcés- serán una asignatura difícil de aprobar para los dirigidos por Morales.
Por Javier Piñeiro Dávila
Dos luces en la niebla
Hay que remontarse a 1995 para encontrar el último gran referente de trabajo serio con la selección nacional adulta.
Por iniciativa del entrenador Miguel Ureta, hoy en Argentina, se planteó la necesidad de reunir a un grupo joven, que pudiese proyectarse al Sudamericano Sub 22 del año siguiente y, por supuesto, al adulto de 1997.
Con tales objetivos, el ex DT de Universidad Católica reclutó a elementos como Rodrigo Zúñiga, Vicente Álvarez, Galo Lara, Jorge Valencia y el mismo Patricio Briones.
Ellos, más hombres de superior recorrido, como Pablo Coro y Aldo Carpo, integraron el conjunto. ¿El resultado final? Un sexto y último lugar en el Sudamericano de Montevideo, al que, valga precisar, no asistieron Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.
Previo a competir en Uruguay, el bisoño plantel chileno efectuó giras por Estados Unidos y Brasil. En tierras norteamericanas jugó once encuentros, de los que perdió siete. Los rivales fueron escuadras estudiantiles, universitarias y profesionales, entre las que destacaba Miami Tropics, por entonces campeón de la USBL, que batió por 35 puntos a los criollos.
El viaje de Ureta y compañía tuvo como antecedente más recordado (y revolucionario) al que encabezó el estadounidense Dan Peterson en 1972.
Aquella vez, el entrenador convocó a 16 basquetbolistas, los que jugaron cerca de 50 encuentros en Estados Unidos. Seis de dichos seleccionados eran menores de 24 años, entre los que se contaban Manuel Herrera (21) y José "Pipa" Verdejo (20).
El periplo permitió reimpulsar el nivel de la élite cestera criolla y le mostró a los deportistas una realidad radicalmente distinta a la que conocían.
De hecho, en 1979, con la base integrada por jugadores que habían participado de la excursión con Peterson, la selección alcanzó el cuarto lugar en el Sudamericano de Argentina, la mejor ubicación de los últimos 47 años.
Sin embargo, tanto el aporte de Peterson como las buenas intenciones de Ureta, se fueron diluyendo ante la falta de continuidad y respaldo directivo. Pero de que formaban parte del camino del progreso, de eso no hay dudas.
La experiencia de Herrera
La selección cubana es de alto nivel mundial: domina casi sin contrapeso en Centroamérica y el Caribe, en donde sólo es amagada por Puerto Rico. En la foto, Ángel Caballero levanta el trofeo del Centrobasket '99.
El ex conductor de la selección nacional dice que el viaje servirá para "entrar con otra mentalidad".
"Íbamos a jugar 22 partidos. Al final, incluso por razones de índole económica, terminamos disputando cincuenta".
Manuel Herrera recuerda como si fuera hoy la gira de 1972 por Estados Unidos, de la que el mejor basquetbolista chileno de las últimas décadas fue parte activa.
El todavía DT de Español - aún no ha sido confirmado si seguirá a cargo del quinteto para la temporada 2001-2002 de la Dimayor- califica como "muy valioso" al periplo liderado por Dan Peterson.
"Toda esa generación, que tuvo la oportunidad de estar dos años con él, se mantuvo durante largo tiempo en el primer plano del básquetbol chileno. En esa gira jugamos contra equipos de nivel universitario, de colleges y otros semi-profesionales. Recorrimos 22 estados... Me acuerdo que jugamos en Washington, Kentucky y Filadelfia", comenta.
Sobre el viaje que esta madrugada iniciaban Juan Morales y sus pupilos, Herrera dice que será beneficioso: "Servirá para evaluar y tomar medidas. Lo más probable es que en este grupo no se mantengan todos, porque hay cinco o seis que se quedaron en Chile. Pero igual habrá beneficio. Siempre he dicho que la edad de maduración del basquetbolista chileno es entre los 26 y 28 años, por lo que el viaje puede servir para que algunos muchachos aceleren ese proceso".
"Siempre reclamamos la falta de experiencia internacional. Partidos como los que se van a realizar ayudarán a entrar con otra mentalidad al momento de jugar por la selección", concluye Herrera.
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