Artículo de Diario EL MERCURIO del 20010711

Última actualización: 20011124

Artículo de Diario EL MERCURIO (digital) del 20010711

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Se acaba el tiempo

[FOTO DE LA SELECCIÓN CHILENA (COLOR)

Galo Lara, Mack Hilton, Marco Cornez, Mike Elliot y Claus Prutzmann. Los tres últimos son los que menos han jugado en los amistosos recientes.

Camina. Aunque con múltiples dificultades, camina. Recién ayer, la selección chilena de básquetbol pudo hacer su primer entrenamiento como Dios manda, es decir, con preparador físico y entrenador incluidos.

Sí, aunque parezca paradójico, Juan Morales y Orlando Torres se integraron ayer a la concentración que el resto del plantel comenzó el lunes en Valdivia. Y la razón es la misma de siempre: problemas laborales les impidieron llegar antes a la Décima Región.

Peor aún. Todavía no hay un médico que cuide del equipo. Ayer no llegó el profesional del Instituto Nacional de Deportes (IND), como se había anunciado en la víspera, por lo que no se pudieron efectuar los exámenes físicos que requiere el entrenador, con urgencia, para tomar decisiones vitales.

Esa es una de las razones fundamentales para explicar la demora de Morales para definir a los doce hombres que llegarán al duelo con Bolivia, el 20 de julio, y se abocarán a la difícil misión de clasificar al equipo para el Premundial de Neuquén. No hay un doctor, por lo que nadie sabe, a ciencia cierta, en qué condiciones físicas está cada uno de los integrantes del actual plantel.

El hecho no es menor. Sobre todo si se considera el sinfín de dificultades y lesiones que ha enfrentado la mayoría de los basquetbolistas durante el proceso. Por eso, el presidente de la federación criolla, Miguel Herrera Sepúlveda, se dedicará mañana a contratar los servicios de un galeno valdiviano.

Y hay más. El lunes, los jugadores fueron sometidos a un nuevo control antidóping, pero nunca ha habido a su lado un profesional que les diga qué pueden y qué no pueden consumir para sortear eventuales resfríos o dolencias, razón por la que debieron declarar los medicamentos que habían ingresado a su organismo en el último tiempo.

Los resultados, en todo caso, estarán a disposición de la Federación de Básquetbol también mañana, y serán parte de los considerandos que tendrá en cuenta Morales para escribir la convocatoria final.

"La evaluación de los jugadores está hecha, pero me falta medir el tema físico y esperar los resultados del control. Recién ahí decidiré. Lo ideal es manejarse con cuatro bases, cuatro aleros y cuatro pívots en el Sudamericano, pero eso dependerá de lo anterior", comentó ayer Morales, luego del tercer turno de entrenamientos de la jornada.

Por el momento, preocupan al DT una pequeña tendinitis en la muñeca de Víctor Zamora ("por practicar tanto lanzamiento", dijo el entrenador) y un resfrío que aqueja a Patricio Briones (ver recuadro). "Pero son cosas puntuales y ellos van a estar bien", aseguró.

De todas formas, si todo sale como lo esperan los encargados de la Roja cestera, los tres descartados deberían salir de entre Claus Prutzmann, Marco Cornez, Mike Elliot y Marcelo López.

Pero eso se confirmaría recién el viernes. Y el sábado podría apreciarse, en Valdivia y ante Colombia, el juego y los nombres que Chile mostrará en el Sudamericano.

Cuidado con el frío

Patricio Briones está resfriado, y el frío polar con que entrena en Valdivia no le ayuda a recuperarse. Viene saliendo de "varios días de temperatura" y, gracias a una fuerte dosis de vitaminas, tiene ánimo para levantarse por las mañanas a ejecutar la primera de las tres sesiones diarias con que el combinado nacional prepara su participación en el Campeonato Sudamericano.

"El frío que está haciendo es tremendo, y calentar en estas condiciones es incómodo, sobre todo para quienes estamos enfermos", comentó el poste, quien, en todo caso, estima que de aquí a la próxima semana estará recuperado, por lo que participa activamente en las prácticas del equipo de Juan Morales. "Lo hecho hasta ahora sirve de afiatamiento para recuperarse de la larga gira. Hoy (anoche), por ejemplo, hicimos un trabajo colectivo para preparar las jugadas y mejorar el ritmo".

La selección se levanta temprano y a las 10:00 arranca su entrenamiento de técnica individual y tiro en el Coliseo Municipal de Valdivia, que dura unas dos horas, para luego dar paso a una sesión de pesas, reforzamiento y estiramiento en un gimnasio cercano, a cargo del PF Orlando Torres. Por la tarde, a partir de las seis y media y por otras dos horas, se juntan de nuevo en el "Antonio Azurmendy", para trabajar la parte colectiva.

"El trabajo en la cancha está fluido y hay buen feeling entre nosotros. No sé de dónde salen las informaciones que dicen que tenemos problemas", aseguró el pívot. "Incluso, hay pena porque tres de nosotros tendrán que dejar el grupo este viernes", añadió.

Pitos y Zancadillas

Juan Aguad Kunkar

Por fin, la selección chilena de básquetbol está definitivamente concentrada en Valdivia, sede del Sudamericano, que parte el viernes de la próxima semana.

El equipo de Juan Morales podrá habituarse al húmedo clima sureño antes que los demás participantes, conocer mejor el recinto de juego y crear un ambiente propicio para su desempeño. Incluso, el sábado y el domingo venideros volverá a sentir el respaldo del público local, cuando juegue sus últimos partidos de preparación ante la selección de Colombia.

Pero cuando toda la afición cestera nacional está esperando el inicio del campeonato y confía en una actuación decorosa del seleccionado, en el seno del plantel que representará a Chile, lamentablemente, la preocupación ronda en torno del dopaje por marihuana detectado en diciembre pasado a un jugador y del nerviosismo (algunos hablan incluso de hostilidad) que existe entre los actuales 15 integrantes del plantel, en víspera de la convocatoria de los 12 jugadores que quedarán finalmente para esta cita.

En relación con el dóping, lo más sorprendente es que no ha habido nunca control en los anteriores Sudamericanos no lo habrá tampoco en Valdivia, según informó la Federación Chilena de Básquetbol.

De esta manera, el control que se hizo el lunes a los seleccionados nacionales servirá sólo para eliminar a quien presente síntomas de haber incurrido en ese comportamiento antiético, pero no impedirá que durante el campeonato otros integrantes del quinteto chileno y de las otras selecciones jueguen bajo la asistencia de sustancias prohibidas.

Es una mala noticia para la pureza que debe tener y que, se quiere, rija siempre en el deporte.

En cuanto a los problemas derivados de la elección definitiva del equipo, era una situación esperada por las lesiones que afectaron en el último mes a cuatro jugadores, la mayoría con cara de titulares, mientras los restantes 11 hicieron un trabajo de mas de cuatro meses y el DT demoraba la designación.

Si esto no fuera poco, la marcha de Chile podría sufrir otros serios tropiezos, que incluso provocarían su paralización. A saber:

a) la sorpresiva petición de aumento de sueldo del DT Juan Morales

b) la solicitud del árbitro Patricio Menares de que los jugadores Víctor Zamora y Patricio Arroyo sean castigados y no jueguen en el Sudamericano, a causa de la agresión de que fue víctima en Talca y por la que formuló una denuncia en los tribunales de esa ciudad. En ella, anunció que demandará a los basquetbolistas por daños morales y recurrirá a las confederaciones Sudamericana y Panamericana

c) los eventuales premios en caso de que Chile clasifique al Premundial de Neuquén, los que aún no están afinados

d) la obtención de los 13 millones que faltan para pagar los sueldos de julio y los premios de los seleccionados en el torneo, que los jugadores, incluso, han pedido como anticipo. Mientras tanto, la federación sigue a la espera de conseguir un auspiciador para la camiseta del cuadro rojo y de lograr un nuevo aporte del IND. El ente rector, en todo caso, ya advirtió a los basquetbolistas que sólo les entregarán un 50 por ciento de lo adeudado antes del certamen.

No puede haber más demora. Al DT, a los dirigentes y también a los jugadores les corresponde tomar estas determinaciones en forma clara, tratando de que ellas provoquen el menor daño posible.

Por Juan Aguad Kunkar

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