Artículo de Diario EL MERCURIO del 20010806

Última actualización: 20011206

Artículo de Diario EL MERCURIO (digital) del 20010806

Sección deportes

Libsur: Se terminó la dinastía

Jaime Alvarez, el entrenador de la Universidad Autónoma del Sur, no cabía en sí de tanta alegría. No sólo por el título que sus muchachos habían alcanzado la noche del sábado ante el poderoso Provincial Osorno en la finalísima de la Libsur, sino por concretar lo que a su juicio fue un premio a la constancia y al esfuerzo.

Sí, porque los temuquenses no sólo derribaron al bicampeón del torneo que reúne a los mejores jugadores del sur de Chile - esta era la tercera versión del certamen- , sino que además dieron una muestra de humildad al campeón de la Dimayor de las temporadas 1999 y 2000.

Y vaya de qué forma alcanzaron su meta. Con los dientes apretados. Lograron casi al filo de la hora una igualdad a 61 puntos que parecía imposible - llegaron a estar abajo por 10 unidades- y en el alargue, el mejor trabajo defensivo les permitió alzarse con una victoria que fue sorpresiva para todos, menos para el técnico y jugadores.

Desde marzo que el único objetivo que tenía este grupo era ser campeones. Porque a pesar de jugar con un equipo compuesto casi sólo por jugadores de la universidad (salvo los refuerzos penquistas Rodrigo Silva y Roland Fritsch), éramos los únicos que pensábamos que podíamos ganar. Y luchamos por ello, confesó el entrenador.

¿La clave? La defensa, según el estratego. Hicimos un trabajo especial junto a mi ayudante Rodrigo Vera, preocupándonos especialmente de la defensa, pues usted sabe que en Chile no existen fundamentos básicos en esa faceta del juego. Sabíamos que arriba podíamos anotar en cualquier momento, pero necesitábamos defender bien. Y lo conseguimos, sobre todo por el trabajo físico a que se sometieron nuestros jugadores, aseguró Álvarez.

La final fue dramática. Con la parcialidad local - se jugó en el gimnasio municipal de Temuco- enfervorizada. Quedaban, según el reloj electrónico, siete segundos para el final del primer alargue de cinco minutos y la cuenta estaba igualada a 72. Y recibió una falta el pívot Roland Fritsch, quien hace rato que estaba peleado con el cesto desde dicha distancia.

Pero se serenó. Se concentró al máximo y embocó sus dos disparos. No había tiempo para más y se desató el carnaval. Y no era para menos.

El paso lógico es entrar a Dimayor. Pero para eso se necesitan recursos y estamos sólo a un mes de su inicio. Quizás para el 2002, remató el entrenador.

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