Artículo de Diario EL MERCURIO del 20010808

Última actualización: 20011206

Artículo de Diario EL MERCURIO (digital) del 20010808

Sección deportes

Valdivia

Juan Aguad Kunkar

En lo deportivo, Argentina fue el ganador del Sudamericano de Básquetbol. Pero Valdivia fue claro triunfador en su organización, que conmocionó durante 10 días a los 130 mil habitantes de la comuna, los 300 mil de la provincia y a toda la afición cestera del país.

Lo de Valdivia fue una proeza, porque no resulta fácil preparar un escenario de calidad mundial, con capacidad para 3.640 personas, sentadas todas en butacas; con techumbre, iluminación y piso nuevos; calefaccionado y con expedita evacuación; con sala de prensa con equipos computacionales y de conferencias; con oficinas estadística, médica, de masajes, de administración; con bodegas, cafetería y estacionamientos adyacentes para 500 vehículos; con 24 casetas de transmisión radial, 40 pupitres para periodistas escritos, espacios para la televisión y salón VIP; con seis amplios vestuarios, marcadores electrónicos (un gigantesco dado) y tableros jirafa.

Además, la ciudad pudo para albergar a 10 delegaciones (cerca de 200 personas) y a más de una cincuentena de invitados, en hoteles de no menos de tres estrellas, poner a su disposición vehículos particulares y embarcarlos sin problemas, de regreso a casa, al día siguiente del término del certamen.

Pero no bastaba con todo eso para que el torneo tuviera jerarquía. Además del afecto que la gente les prodigaba a los basquetbolistas en las calles, era necesaria la presencia de público en los 40 partidos de los 10 días de competencia, divididos en 20 jornadas dobles (tarde y noche). El resultado fue igualmente exitoso: 130 mil personas asistieron al Coliseo Municipal (3.250 de promedio por partido) y no se registró ninguna nota discordante.

Los aplausos reemplazaron a la violencia. El interés del aficionado, que desafió la lluvia y el frío, fue desbordante. Y entre ellos, algo importante, 12 mil estudiantes de Valdivia y de la Región de Los Lagos tuvieron ocasión de concurrir, como invitados, y formar barras para cada una de las selecciones.

Los objetivos que inspiraron al activo edil Bernardo Berger para asumir la organización se cumplieron: Fue un desafío para ver si éramos capaces de hacer actividades de envergadura y optamos por el básquetbol, porque nuestra ciudad tiene tradición en esta disciplina, fue sede del Mundial extraordinario de 1966 y del Sudamericano de 1977, campeón nacional y representante chileno a torneos internacionales. También queríamos promocionar a Valdivia, generar actividad económica en una época baja y alcanzar una alianza con los privados para la realización de eventos. Todo lo logramos, dijo Berger cuando entregó la cuenta final.

Fue un anfitrión que hizo todo con la debida anticipación. En su presupuesto del año consideró la inversión de 285 millones de pesos que significó la ampliación y remodelación del coliseo, a la que el Instituto Nacional de Deportes contribuyó con el marcador (12 millones) y con los 125.000.000 para alojamiento, comida, transporte de los invitados, gastos operacionales y de difusión. No hubo déficit ni pérdida. Todo estaba consultado, agregó el alcalde. Los ingresos por recaudación le permitieron recuperar 65 millones.

Valdivia cumplió con creces su misión, con los visitantes y con la federación, a la que dio innegable prestigio. También cumplió con su ciudad y su gente, la que fue promocionada a través de los medios nacionales y extranjeros, en especial la televisión, que mostró las bellezas turísticas de la zona junto con los partidos.

Y el resultado ha estimulado a las autoridades, que ya dejaron los contactos hechos con los dirigentes continentales, para realizar, en julio o agosto de 2002, el Sudamericano de Clubes Campeones.

Por Juan Aguad Kunkar

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