Artículo de Diario EL SUR del 20010305

Última actualización: 20010418.

Artículo de Diario EL SUR (digital) del 20010305

Sección Deportes

Con categórico 3-0 en el clásico

Campanil desnudó a Vial

Como buen clásico, el duelo entre Arturo Fernández Vial y Universidad de Concepción no tuvo matices. Más que nunca, el encuentro disputado antenoche en Collao dejó marcadas a fuego las dos caras de la moneda, con el inobjetable triunfo de los universitarios por 3-0.

Contra todo pronóstico, el representativo del Campanil se alzó con la victoria en el inicio del torneo de Primera B. Pese a contar con un plantel reducido, escaso en figuras y pródigo en debutantes, sorprendió a su tradicional oponente y estuvo cerca de propinarle una derrota todavía más humillante.

Incluso en los momentos en que los aurinegros inquietaron en forma asidua al solvente arquero Víctor Silva, especialmente a través de Néstor Zanatta, la ''U'' fue más inteligente para jugar. Y el mérito arranca desde el banco.

Consciente de las limitaciones de su equipo, que pese al éxito aún necesita un par de refuerzos, el técnico Yuri Fernández planteó el compromiso como más le convenía. Esperó atrás y contraatacó. Y la fórmula le dio dividendos a la primera de cambio, cuando Jonathan Novoa desbordó por derecha y permitió que Leonardo Salazar se reencontrara con su faceta goleadora para terminar estructurando una tripleta (9', 29' y 60').

Desde la apertura de la cuenta quedó claro que la defensa de Vial era un desastre, que el equipo no tenía capacidad de reacción y que desde el banco tampoco salían muchas luces. Algo similar había ocurrido en la ''Noche Aurinegra''. Claro que en esa ocasión, el resultado favorable terminó por ocultar los defectos.

En el bando perdedor le cargaron los dardos al paupérrimo cometido del árbitro Claudio Fuenzalida, quien expulsó, por doble tarjeta amarilla, a Zanatta, cuando Vial ya perdía por 2-0. Es cierto que el procedimiento para mostrarle la roja al argentino fue absolutamente irregular, porque bajó un civil desde la tribuna para acusarlo. ¿Pero alguien reparó en la forma infantil en que Zanatta se ganó la primera amarilla?

En todo caso, lo peor estuvo en los vestuarios, donde los dirigentes y el cuerpo técnico de los aurinegros hicieron gala de un sorprendente conformismo. Es cierto que faltan jugadores importantes, que el campeonato está recién empezando, pero un 3-0 en un clásico es como para ponerse a llorar. El orgullo y los puntos perdidos no los devuelve nadie.

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