Artículo de Diario la TERCERA del 20010723

Última actualización: 20011013

Artículo de Diario la TERCERA (digital) del 20010723

Sección Deportes

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La última vez que Chile consiguió un lugar dentro de los cuatro primeros en un sudamericano fue en Montevideo '81, cuando fue cuarto.

Más fallas que virtudes

(Foto: FOTOS ANDRES DIAZ, ENVIADO ESPECIAL)
Hasta ahora, Chile ha exhibido un pobre rendimiento en el Sudamericano de Valdivia, con un juego que se observa desorientado en sus funciones, sobre todo en el aspecto defensivo y en la ubicación de los pivotes. De todas maneras, su opción de clasificar al Premundial de Neuquén permanecen intactas.

Por Felipe Hurtado H., enviado especial a Valdivia

Ecuador y Bolivia dicen adiós

Aunque todavía les resta un partido (ante Uruguay y Brasil, respectivamente) Ecuador y Bolivia se transformaron ayer en las primeras selecciones eliminadas del Sudamericano de Valdivia. Mientras los del Guayas cayeron en el primer turno ante Perú por 72-58, los altiplánicos fueron presa fácil para Paraguay, que los venció por 95-56.

Gracias al juego de los hermanos Juan Carlos (15) y Julio (27), Perú dominó sin problemas el encuentro ante Ecuador, que nunca aprovechó su ventaja en los tableros donde exhibía jugadores de una contundencia física mucho mayor a la de sus rivales. Gracias al trabajo de sus compañeros en las pantallas, los bases incas demolieron la defensiva contraria con sus lanzamientos desde el perímetro, especialmente tras la línea de tres puntos.

Por su parte, los dirigidos por David Aparicio nuevamente mostraron falencias en la conducción del balón y la transición ataque-defensa, situación que siempre apagó cualquier amago de acercarse en el marcador. No obstante, cuando tuvieron calma complicaron un poco a los peruanos con su juego en la llave En el duelo de fondo, en tanto, Bolivia reafirmó su condición como el conjunto más débil que llegó hasta la Décima Región. Su estilo lento y sin muchas variantes no complicó nunca a Paraguay, que después del triunfo del sábado ante Chile se mostró lleno desconfianza.

Javier Martínez, pese a que no jugó los minutos que acostumbra (el técnico lo sentó tempranamente en la banca para que descanse) fue el máximo anotador de su escuadra con 18 unidades.

Chile todavía tiene opción de lograr el objetivo que se planteó: conseguir uno de los tres cupos para el Premundial de Neuquén. Sus posibilidades matemáticas permanecen intactas. Pues aunque resulte cuarto en el Grupo B (su ubicación más probable considerando que hoy enfrenta a Venezuela, a las 21 horas, y mañana a Brasil) avanza a la segunda ronda del Sudamericano de Valdivia. Claro, después deberá encontrarse con Argentina y Uruguay, dos rivales de peso y que llegaron al sur con la intención de ser campeones.

Pero el problema de la "Roja" no son las estadísticas. Va más allá de los meros números. Y apunta a su nivel de juego, que ha sido más bien bajo, por decir lo menos. Ante Bolivia, el más débil de la serie, y Paraguay, que aparecía como abordable ante del inicio del certamen, ha exhibido más errores que virtudes. Eso lo saben todos, jugadores y técnicos. Si incluso tras la derrota del sábado frente a los "guaraníes" el plantel se reunió en el hotel para analizar cuáles habían sido sus falencias. Las conclusiones fundamental a la que llegaron fueron que se cometieron errores puntuales en momentos claves del encuentro, sobre todo cuando pasaron arriba por seis puntos en el último cuarto, y que no supieron reaccionar adecuadamente a la noche inspirada del base paraguayo Javier Martínez, quien anotó 50 de los 87 goles de su equipo.

Sin embargo, el análisis va más allá, pues el cuadro que adiestra Juan Morales todavía no sabe a qué juega. Con dos pivotes, como Roland Fritsch y Patricio Briones, incapaces de imponer su estatura ante rivales más bajos, con lo que Chile ha perdido en los rebotes. También está el hecho que esa dupla, que si bien jugó hace un tiempo junta en Universidad de Concepción, no ha recuperado su fiato. Y eso explica por qué hubo momentos en el partido ante los "guaraníes" en que los dos estaban jugando a cinco metros del poste, desperdiciando su altura. Y a eso hay que sumarle que cuando sí están bajo el tablero ofensivo, no realizan pantallas para los más bajos, por lo que se tiene que optar por los lanzamientos de distancia.

Y ese ha sido otro punto bajo de la Selección, uno de los pocos que reconoce el técnico a la par con la opinión pública. El equipo ha intentado 32 tiros de tres puntos y sólo ha anotado nueve, cinco de los cuales pertenecen a Galo Lara.

La defensa es otro aspecto en el que no se ha mejorado. Salvo Mack Hilton, el resto de la escuadra no cumple satisfactoriamente esa función, cometiendo muchas faltas evitables, las que ante Paraguay, sobre todo, les pasaron la cuenta. La marca de Chile es agresiva, pero no en el buen sentido, ya que se limita a golpear a los contrincantes. Y eso hay que sumarle que en los partidos que ha jugado hasta ahora le han marcado 87 puntos en cada uno.

A la "Roja" cestera le vienen dos encuentros muy difíciles. Ambos, en el papel y por lo visto hasta ahora en Valdivia, deberían terminar en derrotas, algo que para el aspecto anímico no es bueno. Por eso, las conclusiones que debe sacar Juan Morales son bastantes si pretende mantener el sueño de llegar a Neuquén. Y las soluciones deben ser rápidas.

La autocrítica es variable

Juan Morales ha demostrado que su relación con la autocrítica es extraña. Después de vencer a Bolivia por 115-87 se quejó de que el equipo no había funcionado como quería, sin embargo, tras perder frente Paraguay su discurso no se centró en los yerros de su escuadra. Para el técnico, ante los "guaraníes" se hizo un buen partido, lo que según él quedó demostrado en "que el público en ningún momento nos pifió y terminó aplaudiéndonos", olvidando que el espectador nunca ha sido un parámetro adecuado para medir el nivel de un cuadro.

El DT está consciente de que se vienen partidos complicados y de que cumplir el objetivo está complicado ("Pero siempre fue así", dice), razón por la cual comenzó desde anoche a mismo a cambiar parte de su actitud. A los partidos entre Venezuela-Brasil y Uruguay-Argentina llevó a todos los jugadores al coliseo Antonio Azurmendy, para que comprobaran en vivo el juego de los cuatro equipos más competitivos del certamen.

Linares completó más de un año sin ganar como visitante. La última victoria fue el 9 de julio de 2000 ( 2-1 a U. de Concepción). Posteriormente sufrió 15 derrotas y 6 empates

La campana sonó muy tarde en Concepción

Aníbal Mendoza

Universidad de Concepción, como los malos alumnos que salvan el año a última hora, rescató un agónico empate ante Deportes Iquique en un encuentro que, en rigor, debió haber ganado con absoluta comodidad.

Pero a los del Campanil del faltó aplicación y rigor, sobre todo en la línea ofensiva, pues desperdiciaron 45 minutos en los que dominaron ampliamente a los nortinos, quienes ante el acoso de los penquistas se vieron obligados a conceder 13 tiros de esquina. En ese contexto, Alegría, Salazar, Viveros y Muñoz malograron al menos seis ocasiones de vulnerar la meta rival. Y cuando parecía que lo lograban aparecía la figura del arquero Gil del Valle, quien se irguió como uno de los principales encargados de reprobar los intentos estudiantiles.

Así se fueron al descanso ante la decepción del escaso público que llegó al Municipal (menos de 500 personas).

En la fracción de complemento, el cuadro visitante cambió su actitud ultradefensiva y se atrevió a visitar el territorio del antagonista. Por eso, en su tercera llegada, lograron confundir a la zaga universitaria y en medio de un gran enredo, el central Horacio del Valle dejó el balón en los pies de Cristián Riffo. El ex zaguero de Universidad de Chile aprovechó la oferta y, a los 63', marcó la apertura de la cuenta.

Lo que siguió fue un drama, porque los locales se fueron con alma y vida a buscar la igualdad, pero nuevamente surgió Gil de Valle para amargarle la tarde al renovado ataque de los anfitriones.

En eso estaban cuando se repitió la escena de la apertura de la cuenta, pero esta vez frente al arco de los "dragones celestes". Un mal despeje de un zaguero le dio la oportunidad a Luis Muñoz, quien con un puntazo bajo batió a Del Valle y selló, a los 89', un empate que ya parecía inalcanzable.

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