Artículo de Diario EL MERCURIO DE CALAMA del 20010514

Última actualización: 20010826

Artículo de Diario EL MERCURIO DE CALAMA (digital) del 20010514

Sección Deportes

Cayó el invicto que quedaba

Con dos expulsados y un penal en contra, todas las miradas convergen en el árbitro, Luis Osorio. Aunque influyó el cometido del hombre encargado de pitar, la derrota de uno de los dos equipos chilenos que llevan 18 mil espectadores a las gradas -el otro es el puntero de la Primera B, Temuco- pasó por otras vicisitudes.

Sin duda pesó la ausencia de varios jugadores, especialmente en la zona de mediocampo, que venían haciéndo fútbol desde el comienzo del torneo. Hasta los 40 del primer tiempo, el centenar de hinchas que llegó al estadio de la Avenida Collao, se preocupó más de abrir los paraguas por una ínsipida garúa que se les echaba encima.

Era un partido trabado, donde sólo una inspiración personal podía hacer el desnivel. Fue a los 43 cuando el estadio quedó mudo. César Marín agarra una pelota en el semicírculo del área grande y saca un tiro arrastrado que se cuela en el fondo del arco penquista.

Cuando los "Pumas" se iban con la sonrisa de oreja a oreja al camarín, el árbitro Luis Osorio, por una supuesta entrada fuerte a un defensor penquista, no titubeó y expulsó a César Marín, quien pasó en dos minutos de héroe a villano. La salida de Marín, sin duda, se hizo sentir en la segunda fracción.

Esta vez el CDA, por lesiones o tarjetas no contaba ni con Miguel Rojas, Elías Soto, Fabián Acuña o Juan Pastene.

Berríos

Si el CDA se fue al descanso afiebrado con la expulsión de César Marín, lo del comienzo del segundo tiempo fue sencillamente la confirmación de una "gripe invernal". Ya a los 8 minutos, Luis Muñoz empareja la acciones con un remate sacado de un partido de rugby. El gol le da una inyección de ánimo al equipo penquista que se va con todo en busca de doblegar al hasta ese momento, único invicto del fútbol chileno.

Esas ganas más que fútbol, graficadas en algunas jugadas hilvanadas entre Ricardo Viveros, el penquista más movedizo, y el veterano Juan Carlos Alegría, encontraron siempre bien ubicado a Enrique Berríos.

Es así como el portero se convirtió en el estandarte de un equipo totalmente desconectado en sus líneas y que, por consiguiente, en ningún momento aprovechó la buena estrella del goleador, Carlos Cáceres.

A los 13 minutos, Berríos la ve pasar y la pelota se estrella en el palo. Ricardo Viveros no la cree.

A los 15, otra vez Viveros enfrenta solo a Berríos y gana el arquero. Un respiro para el CDA, porque en los 16 es expulsado Alberto Verdejo de la "U".

Baja el ritmo. Sin embargo, los penquistas son más incisivos y reclaman penal cuando a los 30 es derribado Leo Salazar. El árbitro hace un desprecio.

En los momentos que una incipiente neblina se deja caer en el Regional de Concepción, Ricardo Viveros que casi no tenía fórmulas para derrotar a Berríos, en el mano a mano intenta un globito, pero cae aparatosamente. Luis Osorio, el colegiado, no duda en cobrar penal. Frente a la jabonosa se coloca Luis Muñoz y la manda adentro.

Es el 2 a 1, que a la postre sería el resultado final. Para la anécdota, la expulsión de Sergio Navea a los 90 minutos de juego, cuando ya el invicto del CDA era historia.

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