Artículo de Diario El Llanquihue del 20021114

Última actualización: 20030507

Artículo de Diario El Llanquihue (digital) del 20021114

Sección Deportes

Puerto Montt embalado a Primera

[FOTO DEL PARTIDO D.P.MONTT - UDEC (COLOR)]

Y Juan Cisternas cumplió con su promesa de anotar un gol. De su talento salió el empate de Los Delfines.

FORMACIONES

PUERTO MONTT: Oscar Gualdoni, Víctor Oyarzun, Ronny Vergara, Mauricio González, Marco Muñoz, Sergio Malbrant,(Alejandro Naif) Jonny Lillo, Ricardo Benavides, Pablo Rojas,(Rodrigo Gallardo) Juan Cisternas y Marcelo Suárez (Francisco Flores). DT Sergio Nichiporuk

U de Concepción: Carlos Ortega, Juan Ramírez, Nicolás Cotera, Cristián Olivares, Alejandro Figueroa, Fredy Segura, Paulo Rosales, César Marín, Luis Figueroa, Renzo Yañez (Cristián Valdés) y Ricardo Viveros. DT Yuri Fernández

Arbitro: Alvaro García

Jueces de línea: Héctor Poblete y Oscar Moscoso

Público apróximado: cinco mil personas

Recaudación: 4 millones 773 mil 500 pesos.

En un dramático encuentro disputado anoche en el estadio Chinquihue de Puerto Montt, le cuadro local derrotó por dos goles a uno al puntero de la Primera B, Universidad de Concepción, consolidando con dieciocho puntos su condición de sublíder del torneo.

Desde el primer minuto ambos cuadros comenzaron a exhibir buen fútbol; sin embargo, los Delfines se vieron un poco nerviosos, lo que se tradujo en la abertura de la cuenta del equipo penquista. A los tres minutos, Cristián Olivares, con certero golpe de cabeza, luego de un tiro de esquina dejó parado a Gualdoni y compañía y estructuró el uno a cero a favor de la visita.

No obstante, la estocada visitante no alcanzó a enfriar a los dirigidos de Nichiporuk, ni menos a su fiel hinchada que reaccionó con cánticos y gritos a favor de su escuadra.

Pese a estar imprecisos en los primeros minutos y caer a veces en un juego desordenado y falta de ideas, los albiverdes no se entregaron en nigún momento y como todo tiene su premio, a los diez minutos una media vuelta de Juan Cisternas en el área rival que descolocó a mediomundo, y en especial al portero Carlos Ortega. El Chinquihue estalla y el partido se equipara.

OTRO PARTIDO

Tras el empate de Cisternas, los locales comenzaron a afianzarse dentro del campo de juego y los jugadores más incisivos del Campanil eran controlados con mayor eficiencia por la defensa, sobresaliendo el trabajo de Oyarzún, Lillo y Gualdoni, quien, pasada la media hora de juego, comenzó a erguirse como figura del encuentro.

En la Universidad de Concepción, César Marín y Renzo Yáñez se transformaron en los jugadores más peligrosos de los penquistas.

A esa altura, el juego brusco era una constante por parte de ambos equipos, a la hora que el contrario tomaba conexión con la pelota y cruzaba la mediacancha.

Las tarjetas amarillas salieron a relucir, claro que para los dirigidos de Nichiporuk. A los ocho del primer tiempo, el amonestado fue Ricardo Benavides; cuatro minutos más tarde, el juez Alvaro García le pinta el rostro de amarillo (tarjetas) a Jhonny Lillo y a los dos minutos del segundo tiempo, el turno fue para Mauricio González.

En la escuadra visitante, Cristián Olivares se llevó —al parecer— la única tarjeta que el arbitro trajo para mostrarle a los jugadores foráneos. Del cometido del referí, mejor ni acordarse, ya que no existen palabras para describir algo que es más malo que lo malo.

MINUTOS FINALES Y LA GLORIA

En el segundo lapso, ambos escuadras insinuaron querer ganar; sin embargo, por pasajes pareció que los del Campanil se conformaban con volver con un punto a la Octava Región.

En medio de las lesiones y suma de minutos, con juego cancino por parte de los visitantes, juego desordenado por parte de Puerto Montt y un árbitro que cada vez que se llevó el pito a la boca fue para cobrar alguna "barbaridad" y ser "ovacionado" por la tribuna, apareció Marcelo Suárez, desbordó y el inocente arquero Carlos Ortega supuso que la pelota se perdía por la última línea; pero tal fue la sorpresa del golero, que cuando se agachó la dejó pasar y entrar así al fondo de su arco. El dos a uno y la gloria para Puerto Montt se comenzó a estructurar.

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