Última actualización: 20050521.

Diseño: Rodrigo "Alley'Gator" Hunrichse

Artículo de Diario EL MERCURIO (digital) del 20031025

Sección deportes

La conspiración

Igor Ochoa

Siguiendo la línea de ciertas interpretaciones sobre el trabajo del árbitro Néstor Mondría en el partido de Universidad de Concepción con Universidad de Chile, el presidente de la Rama de Fútbol de los penquistas, Mario Rodríguez, sostiene que la realidad lo obliga a ser mal pensado y advierte signos de que en la lucha con Colo Colo su institución es perjudicada.

Y engloba sus sensaciones con una certeza: "Lo que pasa es que el centralismo no soporta que un equipo de provincia pueda desbancar a los mal llamados grandes de Santiago".

En el amplio rango de las declaraciones futboleras, lo del dirigente se entiende como legítimo y hasta natural en quien está con la sensibilidad muy expuesta y las ilusiones altas. Incluso su referencia a materias de inagotable polémica como los arbitrajes es necesaria si se concede que en estos casos hay una batalla semántica que no conviene descuidar.

Sin embargo, en su conclusión él comete un error de enfoque que, curiosamente, rebaja el margen de seducción que ofrece la espectacular campaña de su cuadro. Porque suponer que en el ambiente capitalino se pretenda desconocer las virtudes de la oncena de Fernando Díaz o lo adecuado que sería su éxito - si se mantiene en las últimas fechas- suena a exageración o notoria falta de cálculo.

El centralismo es un vicio extendido y de ello dan cuenta múltiples aspectos de la vida cotidiana. Pero por un rasgo de singularidad y dinamismo, es muy relativo que en el fútbol opere casi como un decreto, pese en regiones se crea lo contrario. Cuando un equipo logra emerger desde la Primera B con una trayectoria tan interesante e individualidades destacadas, no puede haber prejuicio duradero. Y eso se valida en el corazón de cualquier aficionado que a la larga siempre cotiza el estilo y la capacidad de trabajo, sobre todo en un protagonista nuevo.

Más aun, al disputar un cupo para la Copa Libertadores con Colo Colo, Universidad de Concepción de seguro concita la simpatía de todos los que no están precisamente con los blancos. ¿O pensará el señor Rodríguez que los hinchas de las universidades santiaguinas prefieren la clasificación alba por ser de la misma ciudad? Eso sería desconocer la faceta más elemental de todas las rivalidades nacionales.

Que a través de su rendimiento Universidad de Concepción haya podido romper este temporada - como lo hizo Santiago Wanderers en 2001- con la relevancia a veces excluyente que les dan los medios a los conjuntos de mayor arrastre, es de toda lógica y justicia. Aunque tal efecto no modifique en su raíz una tendencia comunicacional que se prolongará.

Por todo, no parece razonable afirmar que hay un ánimo conspirativo contra los del Campanil. Salvo que el dirigente se refiera a algún tipo de poder fáctico que, si lo tiene claro, sería mejor identificarlo con todas sus señas.